La Sonrisa del Guacamayo es un centro de cría familiar de distintas especies de loros y cacatúas.

Desde siempre estas aves nos han fascinado y esta admiración por ellas nos ha llevado  con los años a implantar este criadero, en el que su bienestar es clave para nosotros.

Nuestra máxima es intentar recrerar su hábitat lo máximo posible, estudiando constantemente cómo es su vida en estado salvaje, de qué se alimentan, cuál es su distribución geográfica, en qué lugares construyen sus nidos, cómo se relacionan entre sí, cuál es su biorritmo…

Todo esto hace que nuestras instalaciones estén en constante cambio, trabajando incesantemente en el enriquecimiento ambiental, utilizando distintas especies de plantas, distintos tipos de perchas naturales que cada poco tiempo reubicamos para modificar su entorno y no caer en la monotonía, a la vez de introducir diferentes estímulos periódicamente que mantengan sus inquietas mentes y sus destructivos picos entretenidos.

La dieta es uno de los aspectos fundamentales en nuestro criadero de loros, ya que entendemos que sólo con una dieta adecuada pueden gozar de una buena salud.

Tener loros y cacatúas de distintas especies es, además de una responsabilidad, una ardua labor en la elaboración de las diferentes dietas, ya que cada especie se alimenta de manera diferente y eso nos obliga a establecer diferentes menús, que a su vez también se modifican según la época del año en la que nos encontremos.

No come lo mismo un guacamayo ara ararauna que un amaznonas aestiva o que una cacatúa galah. Por lo tanto, la alimentación es totalmente personalizada.

El control sanitario es otro de nuestros pilares fundamentales en nuestra empresa. Todos nuestros loros y cacatúas pasan regularmente controles sanitarios veterinarios, así como sus instalaciones. La prevención es la mejor medicina.

Del mismo modo, contamos con una zona de cuarentena donde las aves nuevas pasan el tiempo necesario y pasan los exámenes veterinarios pertinentes antes de pasar a la zona de cría en la que se encuentran el resto de aves.

Nuestro criadero cuenta también con una zona de incubación artificial, una zona de cría a mano y una guardería. Estas tres áreas es donde crecen nuestros loros papilleros destinados a ser unas excelentes mascotas.

La sala de incubación es la zona en la que se encuentran nuestras incubadoras. Aquí los huevos son controlados y examinados diariamente, los pesamos y medimos registrando los resultados para establecer los parámetros correctos de incubación. De esta manera aseguramos un alto porcentaje de éxito en las eclosiones.

La zona de cría es donde están los pollitos de nuestros loros desde el mismo día que nacen hasta que empluman. Contamos con distintas nacedoras y criadoras adaptadas a las necesidades específicas de cada etapa de su desarrollo. Aquí son alimentados durante todo el día de manera manual y con las mejores marcas de papilla comercial de alta calidad, especial para cada especie y estado de crecimiento.

La Guardería es el lugar donde nuestros pequeños loros empiezan a comer por sí mismos, al mismo tiempo que comparten tiempo y espacio con otros ejemplares de su misma especie y de otras especies distintas. Pasan de estar en un box-nido a amplias jaulas donde aprenden a comer, a jugar, a acicalarse, a descansar. En definitiva, a ser loros. En este proceso establecemos periodos de socialización con las personas, en los que pasamos amplios ratos con ellos dándoles mimos, reforzando los lazos y el vínculo con las personas y trabajando en la desensibilización al arnés, facilitando de esta manera el posterior trabajo al futuro propietario a la hora de sacar al exterior a su loro papillero o de iniciar el entrenamiento de vuelo libre.

Somos criadores registrados en el Ministerio de Transición Ecológica y tenemos Núcleo Zoológico. Todos nuestros loros y cacatúas cuentan con la documentación obligatoria.

Hacemos envíos a toda la península y Baleares a través de MRW servicio de mascotas.

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